La historia de helados Tirol es una de esas que logran cautivar a todos por su mezcla de esfuerzo familiar, creatividad y una profunda conexión con las costumbres locales. Fundada en 1980 en la ciudad de Necochea, Buenos Aires, la empresa sigue siendo un emblema del helado artesanal de alta calidad y un punto de referencia tanto para los locales como para los turistas que visitan la ciudad.
"Todo comenzó en 1978 en la ciudad de Necochea, cuando mi papá Horacio y mi mamá ‘Toti’ se iniciaron en la reventa de helados de una prestigiosa marca nacional. Con el tiempo, adquirieron un pequeño local a la calle, y dos años después, nació Tirol como una empresa familiar. Fue entonces cuando construyeron sus primeras máquinas e incursionaron en la fabricación y venta de helados artesanales", relató Raúl Fernández, actual dueño de Tirol, quien continúa con el legado familiar.
La elección del nombre no fue casual. Horacio, siempre atento a los detalles, decidió buscar una identidad que conectara con su público principal: Los niños. "Se llama Tirol, porque en esa época, Heidi estaba de moda y los niños la miraban. Mi papá pensó: '¿Quién consume helados? Los niños'. Así que decidió elegir un nombre que fuera popular entre ellos. Tirol es una región de Austria que aparece en los dibujos de Heidi, con sus montañas y paisajes. Por eso también el uniforme de los empleados está inspirado en la vestimenta tirolesa, con el gorro y la pollera típicos de esa zona. La estética de la marca representa esa cultura", explicó.
Desde sus inicios, los fundadores de Tirol se comprometieron con la calidad, algo que les ha permitido mantenerse firmes a lo largo de los años. "Desde el principio, mis padres apostaron por ofrecer la mejor calidad de helado que podían hacer", aseguró con orgullo el heredero de la heladería, destacando que este enfoque fue clave para ganarse la confianza y el cariño de los clientes.
Helados Tirol no solo es un ejemplo de empresa familiar que ha sabido mantenerse vigente con el paso del tiempo, sino también un símbolo de cómo las tradiciones, la pasión por la calidad y la cercanía con los clientes pueden ser las claves del éxito.
La segunda generación de helados Tirol está expandiéndose debido al éxito sostenido de su negocio, consolidándose como una marca reconocida en el mercado de helados artesanales. Con una receta tradicional y un enfoque en la calidad, Tirol ha logrado conquistar a sus clientes y ahora continúa su crecimiento a través del modelo de franquicia, ofreciendo oportunidades para quienes quieran formar parte de esta historia de éxito.
Fuente: www.gaf-franquicias.com
26 de Noviembre de 2024