Hay una pregunta que nos hacemos cada vez que comenzamos una búsqueda: ¿cómo queremos que se sienta la persona que participa del proceso?
Puede parecer una pregunta menor, especialmente en un mundo laboral donde a veces se sigue pensando que el “buen talento” simplemente debería adaptarse a lo que se le ofrece. Pero en Hacedores RH sabemos que no es así. Que cuando hablamos de atraer y seleccionar personas, también estamos hablando de cuidar la experiencia. De crear un entorno donde cada postulante pueda mostrarse con autenticidad y sentirse tratado con respeto, claridad y empatía.
Sabemos que las entrevistas pueden marcar una diferencia enorme. Un buen primer encuentro —cercano, claro, profesional— puede enamorar al mejor candidato. Del otro lado, una entrevista fría, distante o mal organizada puede hacer que el talento, literalmente, se escape. Por eso, cuidamos no solo las preguntas que hacemos, sino el modo en que escuchamos. Porque seleccionar no es solo filtrar: es también crear una experiencia que invite a quedarse.
El foco en la experiencia
La experiencia del candidato se ha vuelto, con razón, un tema clave en el mundo de los RRHH. Ya no se trata solo de elegir al perfil correcto, sino de construir un vínculo desde el primer momento. Dar respuesta, comunicar con transparencia, explicar los pasos del proceso y ofrecer devoluciones honestas son gestos simples que generan un impacto enorme. Y lo que es aún más importante: hablan de la cultura de la empresa antes de que alguien haya firmado un contrato.
Cuando un proceso de selección está centrado en las personas, no hay lugar para lo eterno ni lo improvisado. La falta de seguimiento, los cambios de rumbo o el silencio son señales que los candidatos registran con claridad. En cambio, cuando hay acompañamiento, escucha activa y feedback, la confianza crece. Incluso cuando la respuesta no es afirmativa.
Desde Hacedores trabajamos cada día para construir procesos que dejen huella. Que sean espacios de encuentro, de diálogo y de descubrimiento mutuo. Sabemos que una entrevista puede ser mucho más que una evaluación: puede ser el inicio de una buena relación, incluso si no termina en una contratación. Por eso ponemos tanto cuidado en lo que pasa antes, durante y después de cada entrevista.
En definitiva, creemos que tratar bien al talento no es solo una cuestión ética. Es también una decisión estratégica. Porque una persona que se siente valorada desde el primer contacto es una persona que va a querer quedarse, crecer y recomendar. Y en tiempos donde el talento es escaso y las decisiones son cada vez más personales, eso vale más que nunca.
Fuente: www.gaf-franquicias.com
16 de Junio de 2025