Enero suele ser leído como un mes “tranquilo” dentro del calendario empresarial. Sin embargo, es justamente ese margen de aire el que lo convierte en el mejor momento para revisar decisiones que, sin hacer ruido, impactan directamente en los costos, la productividad y la rentabilidad del negocio. En especial, las vinculadas a Recursos Humanos.
Muchos de los errores más costosos en las empresas no aparecen en los balances contables. Se esconden en la rotación constante, en los procesos de selección fallidos, en liderazgos mal definidos y en climas laborales que se deterioran de a poco. Son errores silenciosos, pero persistentes.
Uno de los más frecuentes es la rotación evitable. Cada persona que se va no sólo implica volver a reclutar, seleccionar y capacitar, sino también asumir la pérdida de conocimiento, el desgaste del equipo y la baja de rendimiento mientras el puesto vuelve a cubrirse. En la mayoría de los casos, estas salidas no se deben al salario, sino a problemas de liderazgo, comunicación o falta de proyección.
Otro punto crítico es la selección apurada o mal enfocada. Cubrir rápido un puesto sin evaluar el encaje cultural o las competencias reales suele salir caro. Lo que parece una solución inmediata termina generando conflictos, bajo desempeño y, nuevamente, una vacante abierta en pocos meses.
También pesan —y mucho— los mandos medios sin formación en liderazgo. Supervisores que controlan pero no conducen, que apagan incendios diarios pero no desarrollan equipos, generan climas tensos, ausentismo y desmotivación. El costo de este tipo de liderazgo no se mide en sueldos, sino en resultados que no llegan.
Por último, aparece la falta de planificación en RRHH. Muchas empresas operan todo el año en modo reactivo: resuelven cuando el problema ya explotó. Enero ofrece una oportunidad distinta: analizar datos, revisar estructuras, evaluar roles clave y anticiparse a lo que seguramente aparecerá en marzo.
Revisar estos puntos no requiere grandes inversiones, sino decisiones conscientes y estratégicas. Porque en un contexto donde cada peso cuenta, seguir perdiendo dinero por errores evitables en la gestión de personas es un lujo que ninguna empresa puede darse.
Fuente: www.gaf-franquicias.com
23 de Diciembre de 2025