La Omnicanalidad que venía acentuándose en las franquicias, se convirtió con la pandemia en la instalación definitiva de la convivencia sin costuras entre la venta on y off line.
Los nuevos hábitos del consumidor multiplicaron la venta on line convirtiendo la tienda virtual en multicanales de venta: a través del e.commerce en las propias páginas, marketplace, live streaming, Instagram, Facebook, Watsaap.
En tanto el branding y la experiencia del cliente – aún con las restricciones de la cuarentena- se canaliza en las tiendas físicas que apuntan a convertirse en showrooms y puntos de entrega.
En momentos donde el storytelling evoluciona hacia el storydoing y no basta con contar historias sino que hay que participar al cliente de la experiencia con la marca, la supervivencia de las tiendas físicas no está en discusión, se estima que los e-commerce que abren un canal offline suelen aumentar sus ventas online entre el 15 y el 20% lo que demuestra que las tiendas físicas siguen siendo claves para transmitir la imagen de marca
Así las cosas y dada la evidente sinergia entre ambos canales, en un formato donde los Franquiciantes se reservan la venta on line y el manejo de las redes sociales canalizando en los Franquiciados la apertura de tiendas físicas, con clara participación en el proceso de venta la cierren o no, deberían participar del producido de la venta on line, al que podría agregarse el manejo local del whatsapp business en un esquema que refleje la realidad de la cadena en cuestión y su grado de intervención en la venta.
Dra Gabriela Sapio
Titular de la Consultora Boutique
GS Marcas y Franquicias
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Fuente: www.gaf-franquicias.com
14 de Septiembre de 2020