Jerónimo, un potencial franquiciado, analiza el crecimiento de las empresas que franquician antes de invertir. Como muchos, tiende a hacerlo desde una perspectiva cuantitativa, es decir, fijándose en cuántas franquicias se abrieron durante un período determinado. Aunque este número puede ser un buen indicador inicial, mi consejo como consultor es que evaluemos también el porcentaje de crecimiento y no solo “cuántos cortes de cinta se hicieron”.
Otro aspecto clave es considerar el sector al que pertenece la franquicia. Algunos sectores tienen un crecimiento más masivo, como el gastronómico, la indumentaria o los negocios especializados, mientras que otros, como la salud, la belleza o los servicios de capacitación, suelen ser más minoritarios.
Además, es útil categorizar la franquicia según su estado: ¿es emergente, está en crecimiento o ya está consolidada? Este análisis, basado en nuestra experiencia en Canudas Franquicias, resulta clave para entender su proyección. (Consulta más sobre los estados de las franquicias en nuestro sitio).
Ejemplo práctico: crecimiento porcentual vs. cantidad de aperturas
Supongamos que una cadena de hamburgueserías abrió 15 puntos de venta (PDV) sobre un total de 45 existentes al inicio del año. Esto representa un crecimiento del 33%. En cambio, un spa de uñas abrió 10 PDV sobre 20 iniciales, alcanzando un crecimiento del 50%. Entonces Jerónimo, ¿quién creció más en términos relativos?
Sin embargo, no todo termina ahí. Es fundamental considerar los cierres de unidades franquiciadas. Aquí entra en juego el concepto de crecimiento neto, que es el resultado de restar los cierres a las aperturas realizadas durante el mismo período.
Volviendo al ejemplo de la hamburguesería, si abrió 15 PDV, pero cerró 4, el saldo es de 11. Este número, dividido entre los 45 puntos iniciales, refleja un crecimiento neto del 25%. Como ves, esta cifra es diferente al 33% informado al omitir los cierres.
Evaluación a largo plazo y riesgos del crecimiento acelerado
Generalmente, el mercado mide el crecimiento anualmente, lo que a veces distorsiona los resultados de los KPI, especialmente en un país tan influenciado por variables políticas, sociales y económicas como el nuestro. Por eso, resulta más lógico analizar el crecimiento en períodos de 3 a 5 años para identificar tendencias reales.
Por último, cuidado con los crecimientos rápidos. Como dice el refrán, “quien rápido crece, rápido muere”. Esto ocurre con frecuencia en franquicias emergentes que no cuentan con una planificación adecuada. En cambio, las franquicias consolidadas suelen crecer de manera más estable, con un promedio de 20 aperturas anuales programadas.
Espero haber ayudado a Jerónimo (y a otros futuros franquiciados) a analizar correctamente el crecimiento de las franquicias que les interesan. En una próxima nota hablaré sobre el crecimiento cualitativo y su importancia en la evaluación de las franquicias.
Fuente: www.gaf-franquicias.com
30 de Diciembre de 2024